El pueblo de las tres mentiras: ni es santa, ni llana ni tiene mar. Ideal para pasear por sus calles empedradas (por supuesto con calzado cómodo) y disfrutar de los palacios , casas solariegas y como no de la Colegiata de Santa Juliana. Dentro de la visita obligada a Santillana de Mar está el Museo de Altamira con la Neo cueva que replica las pinturas de las Cuevas de Altamira originales.
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno es un zoológico donde los animales viven en semi libertad en una superficie de 750 hectáreas. Fue construido en una antigua mina de hierro al aire libre que se explotó desde tiempos de los romanos y que ha dejado a la vista un paisaje kárstico de belleza sin igual.
En Puente Viesgo se encuentra uno de los más importantes conjuntos de cavernas prehistóricas de la región. Es concretamente en el monte Castillo (pico de forma cónica regular), donde se abren las diversas cavidades que albergan muestras de arte paleolítico. Estas cuevas se conocen como El Castillo, Las Chimeneas, Las Monedas y La Pasiega.
Puente Viesgo cuenta con un balneario que aprovecha las aguas medicinales del manantial y con uno de los mejores cotos de Cantabria para la pesca del salmón al paso del río Pás.
No hace falta irse a California para pasear por un bosque de secuoyas gigantes, sino que lo único que tiene que hacer uno es viajar a las inmediaciones de Cabezón de la Sal y darse un paseo por las cercanías del Monte Corona. Ideal para disfrutar con niños. Sentirás la plenitud de tu cuerpo con la naturaleza: la armonía en estado puro.
Nada más entrar sientes como te transportas al mismísimo centro de la tierra. La cueva conserva un excepcional patrimonio de arqueología industrial derivado de la explotación de zinc y plomo y está considerada como una maravilla de la geología a nivel mundial. Su visita es apta para todos los públicos y está adaptada para personas con movilidad reducida.
Conjunto Histórico Artístico desde 1979, son obligada visita la Iglesia de Santa María del siglo XVII, las antiguas Casas Rectorales, las Casonas Montañesas de factura popular, con amplias solanas y soportales abiertos por arquerías de sillería, o las hileras de casas de dos plantas, con soportal, solana y cerramientos de madera, que constituyen la esencia más representada del modelo de poblamiento montañés.
Potes, puerta de los Picos de Europa, es conocida como la villa de los puentes (de ahí su nombre) y de las torres. De manera especial destacan la del Infantado (hoy sede de exposiciones) y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV y su barrio antiguo repleto de callejuelas y caserones.
El cocido lebaniego y sus orujos son su seña de identidad. Desde aquí es obligatoria la visita del Monasterio de Santo de Liébana que tiene junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz el privilegio de celebrar el Año Santo, otorgado por medio de una bula del papa Julio II, en el año 1512. En el Monasterio de Santo Toribio de Liébana se guarda y venera el “Lignum Crucis”, el mayor trozo conocido de la cruz donde murió Cristo.
Y por último, Fuente Dé el lugar donde termina la carretera y donde las paredes calizas de los Picos nos obligan a detenernos. Para continuar la marcha, nada mejor que coger el teleférico y, después de 4 minutos de vertiginosa ascensión, contemplar desde el mirador de El Cable (a casi 2.000 metros de altitud) la majestuosidad de la Cordillera Cantábrica.
Situado al sureste de Cantabria, en el límite con Burgos, Vega de Pas es una de las tres villas pasiegas, constituida en la época medieval. Vega de Pas, junto a San Pedro del Romeral y San Roque de Riomiera, conforma el conjunto denominado las «tres villas pasiegas». El sobao y la quesada, los dulces autóctonos de Cantabria por excelencia, logran en este municipio su máxima exquisitez.
Es conocida como una de las ciudades más bellas y elegantes de la costa cantábrica. Una ciudad para sentirse en casa, relajarse y disfrutar descubriendo todo su atractivo, su belleza natural, su extraordinaria gastronomía, su vida cultural y su oferta de ocio.
La ciudad se ordena en torno a un gran puerto natural, utilizado desde antes del imperio romano. El entorno paisajístico es privilegiado, con amplios espacios verdes y playas, destacando la zona de Mataleñas, El Sardinero y La Magdalena, donde tuvo su residencia estival Alfonso XIII.
Playa situada en la costa occidental de Cantabria, de gran belleza natural por sus llamativas formaciones kársticas. En marea baja el arenal permite acercarse a sus formaciones y disfrutar con los más pequeños descubriendo rincones.
En las inmediaciones de Cuchía, localidad de la que dista un kilómetro. El acceso al arenal ha de realizarse a pie por un sendero que salva los imponentes acantilados que la dominan.
Playa situada en la costa de Santillana del Mar, junto al pueblo de Ubiarco, por lo que también se la conoce como Playa de Ubiarco. En sus inmediaciones existe una antigua ermita ubicada en una cavidad formada en el núcleo de un espectacular pliegue anticlinal.
Playa situada en la costa del entorno de Santander, en una zona espectacular por sus paisajes geológicos, con pequeños islotes vestigio de la antigua costa, y una espectacular plataforma de abrasión.
Situada en el municipio de Liencres, con una arena blanca de unos casi 3km de largo. Cuenta con olas increibles que la hacen ser una de las playas preferidas por los amantes del surf.
A pocos kilómetros del pueblo de Somo, se encuentra esta preciosa playa, aislada, enclavada en un medio rocoso con vegetación, sobre la desembocadura de un arroyo, entre las puntas de la Canaluca y Riaño. Llega a alcanzar los 1.490 m de longitud de arena fina dorada y fuerte oleaje.
La Playa de Salvé en Laredo es una de las mas largas de Cantabria , de arena fina y dorada lleva años ostentando la Bandera Azul.
Situada en la costa oriental de Cantabria, en una pequeña y escondida cala rodeada por agrestes peñas. Su acceso se realiza desde la localidad de Villanueva, en el valle de Liendo. El descenso a la arena ha de realizarse a pie en su último tramo.
Playa situada en la costa de Trasmiera, junto a Noja y la marisma Victoria, ocupando la zona occidental de un extenso arenal que supera los 3 km.
Para admirar disfrutar del desfiladero de la Hermida, el mejor lugar es el Mirador de Santa Catalina. Desde aquí podemos ver tanto la parte más abrupta del desfiladero de la Hermida como las montañas más altas de los Picos de Europa.
Este mirador se sitúa en un zona conocida como Alto Campoo donde se encuentra también la estación de Esquí. Este mirador debe su nombre a la fuente de agua cristalina que mana en sus inmediaciones, en una empinada ladera norte que es conocida como “Fuente del Chivo”.
Situación justo al lado de la carretera que une Santillana del Mar con la localidad de Ubiarco. Desde este mirador podemos ver la típica postal del Cantábrico y es una de las razones por la cual a la Comunidad Autónoma de Cantabria se le conoce como Cantabria Infinita.
Este increíble mirador se encuentra a las afueras de la localidad de Suances y es uno de los mejores miradores que podemos encontrar en la costa cantábrica.
Sorprendentemente desde este mirador podremos ver incluso los Picos de Europa, pero eso no es todo, tendremos unas excelentes vistas a la playa de los locos, la isla de los conejos, el famoso Faro de Suances y la desembocadura de la Ría de San Martín.
Si busca paz y tranquilad el mirador del Rubí es el lugar ideal para ello. Se encuentra en el Parque de la Naturaleza de Cabérceno y desde este rincón podremos obtener unas increíbles panorámicas tanto de la Bahía de Santander como toda la zona del karst de Cabárceno.
En el Mirador de las Cascadas del Río Gándara han creado una estructura metálica que asoma al vacío para que puedes contemplar las impresionantes vistas de las cascadas que forman el río Gándara en su descenso hacia el valle de Soba. El estar con la sensación de volar hace que la experiencia sea aún más fuerte.
Recomendado por muchos amantes de la naturaleza y viajeros que han tenido la suerte de conocerlo, el mirador del Cable se encuentra en los Picos de Europa.
Subir en su teleférico es una experiencia que todo viajero debe de experimentar alguna vez en la vida, y ya arriba podrás colocarte sobre la rejilla del mirador, la cual te podrá llegar a dar la sensación de estar directamente en el vacío.
Desde estos tres espectaculares miradores situados en el corazón de Santander podemos disfrutar de las auténticas vistas a la playa del Sardinero, islas de Mouro y el infinito cántabro.
Lugar ideal para disfrutar de uno de los atardeceres mas bonitos de Cantabria viendo como el sol se oculta en el mar . Algunos de los lugares más bonitos de la Costa Quebrada son la playa de Somocueva, de la Arnía, Portio, Covachos y las dunas de Liencres.
La cueva de Altamira es una referencia mundial del arte rupestre prehistórico y el primer lugar del mundo donde se identificó la existencia del arte rupestre en el Paleolítico Superior. Sólo 5 personas, elegidas de forma aleatoria entre quienes visitan el museo en el día indicado (los viernes, en la actualidad), tienen la oportunidad de ver la cueva de Altamira cada semana y admirar sus pinturas de bisontes, ciervos, manos y diferentes signos. La visita para los afortunados, que deben tener una edad mínima de 16 años, dura 37 minutos y se realiza siguiendo un estricto protocolo de indumentaria e iluminación.
El Soplao es una espectacular cueva descubierta a comienzos del siglo XX y situada en la sierra de Arnero, entre los municipios de Herrerías, Valdáliga y Rionansa. Estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas, dientes de perro y otras curiosas formaciones rocosas menos comunes destacan en esta cueva con un rico patrimonio de arqueología industrial minera en su entorno.
En Puente Viesgo encontramos el conjunto de cuevas de Monte Castillo, otro de los yacimientos de arte prehistórico más importantes que se conocen. Está formado por la cueva de El Castillo, descubierta en 1903, y por las cuevas de Las Monedas, La Pasiega y Las Chimeneas. Todas ellas han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, aunque sólo están abiertas al público las cuevas de El Castillo y de Las Monedas.
Otra de las cuevas de Cantabria reconocidas por la UNESCO (en este caso, como Patrimonio Mundial) es la cueva del Moro Chufín. Se halla en Riclones, en el término municipal de Rionansa, y destaca por sus sencillos grabados y sus pinturas rojas de animales que aparecen representados de forma simbólica.
La cueva de El Pendo, cerca de la localidad de Escobedo de Camargo, fue descubierta en 1878 por Marcelino Sanz de Sautuola. En ella sobresale El friso de las pinturas, un gran panel de 25 metros de largo con representaciones de animales y signos que podrían proceder de hace 20.000 años.
La Cueva de Las Covalanas, conocida de forma popular como la cueva de las ciervas rojas, se encuentra en las proximidades de Ramales de la Victoria. Se trata de una pequeña cavidad con dos galerías –una de ellas con pinturas rupestres del Paleolítico- que comparten una zona común y donde también encontramos representaciones con un trazado punteado.
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